La señora María […] nunca había querido saber nada de Dios. Eso era para los débiles, para los que necesitaban una muleta que les ayudara a caminar por los desafíos de la vida.
Leer másConoce la historia de la señora Juana, la esposa del señor Antonio.
Leer másEl señor Antonio vivía con su mujer y su hijo en el piso encima del nuestro. La señora Juana, su mujer, fue la primera vecina de verdad que tuve desde que nos casamos.
Leer másDurante las siguientes dos semanas el señor Alfonso me escuchó como la tierra seca que anhela el agua de lluvia. Me miraba con dulzura y sonreía cada vez que yo le hablaba del amor de Dios y de su perdón, de su sacrificio en la cruz por nosotros.
Leer másFue un tiempo difícil para nuestra familia cuando mi madre partió con el Señor, pero también fue una oportunidad de ver la gracia de Dios cubriendo nuestras necesidades para cuidarla en casa día y noche.
Leer másLa señora Ángela se había quedado viuda muy pronto. Su único hijo Antonio, murió también joven de un infarto al corazón cuando solo tenía 40 años. A pesar de eso, era una mujer de tierno corazón.
Leer másAún hoy recuerdo cuando mi padre solía reparar las suelas y las tapas que le llegaban a la zapatería. Mi padre era el zapatero del barrio de San Juan
Leer másHace aproximadamente un año, mi hijo pequeño tuvo fiebre y le salieron unos ganglios muy extraños en el cuello. Fuimos a urgencias de Salamanca y cuando llevábamos un largo rato allí, comenzamos a oír un lamento que provenía del otro extremo de la sala.
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