Las constelaciones

 
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Uno de mis mayores defectos es que me gustan demasiadas cosas: los cubos de Rubik, el baloncesto, la escalada, los libros, la magia, los documentales de animales, los videojuegos… La lista es muy larga.

En un momento de mi vida, uno de mis intereses se centró en el universo: los planetas, las estrellas, las galaxias… Este interés comenzó cuando salió a la venta una serie de documentales que acompañaba a un periódico todas las semanas y yo empecé a ir cada domingo con mi paga a comprar ese periódico. En cuanto llegaba a la iglesia tiraba el periódico a la basura y en seguida iba a la sala del televisor y metía el CD que venía con él a ver qué parte del universo íbamos a explorar esa vez. 

Me acuerdo de que, lo que empezó siendo una broma, ya que era raro que un chaval de 14-15 años se gastara todas las semanas la paga en unos documentales y le hacía gracia varios miembros de mi iglesia, acabó con 8-10 personas todos los domingos pendientes de cómo salía después del culto corriendo a la librería y volvía con el documental para que lo pudiéramos ver todos juntos.

Esta es la pequeña anécdota. Sin embargo, de lo que realmente quiero hablar hoy es ¿te has dado de lo realmente impresionante que es nuestro universo?

Estos documentales abrieron mis ojos hacia muchísimas cosas. Algunas de las que me parecen más curiosas son, en primer lugar, una comparación de tamaño de planetas y estrellas muy bien hecha. Primero comparaban pequeños planetas, la tierra, los mayores planetas de nuestro sistema y luego pasaban a las estrellas. No hay más que decir que después de la tercera o cuarta estrella la tierra desaparecía del mapa.

En segundo lugar, otro dato que me impactó fue el tema de los agujeros negros. Nunca había entendido lo que eran, e incluso durante un tiempo pensé que eran obra inventada de novelas y películas de ciencia ficción. Pero no, existen, y lo hacen en la cantidad necesaria para que las galaxias no se separen ni demasiado rápido ni demasiado lento como para que nuestro planeta exista y pueda permitir la vida. Qué cosas, ¿no?

Verdaderamente aprendí muchísimo con estos documentales. No fue sólo una forma de entretenerme, de acercarme a personas de mi iglesia gracias a juntarnos todos para verlos, incluso conversaciones con mis profesores de física (mi amor por esta asignatura se fraguó con el calor de de estos CDs). No. Me permitió acercarme un poco más a Dios. Observar su grandeza a través de lo que ha creado, y del universo en el que vivimos.

De verdad, os animo a ver algún video o documental relacionado con el universo. Os sorprenderá, no sólo las “casualidades” que nos permiten vivir, sino lo pequeños que somos en comparación con lo que nos rodea. 

¡Y pensar que aun así Dios quiere tener una relación personal con nosotros! ¿Curioso, no?

Natán Cook

COMPANION