Introducción
Una de las cosas que más me sorprenden en la Biblia y en la experiencia diaria es comprobar cómo Dios obra en la vida de las personas.
Muchas veces pasamos por pruebas difíciles que pensamos que no tienen solución pero, de repente, Dios obra de una manera tan milagrosa y sorprendente que nos vemos libres y salvados.
Otras veces anhelamos conseguir alguna meta soñada y no vemos la manera de alcanzarla, pero finalmente Dios prepara a una persona, unos estudios, cierta circunstancia, etc. que nos ayuda a conseguirla. O, por el contrario, parece que todas las puertas se cierran y no hay ninguna posibilidad y pasado el tiempo tienes que dar gracias a Dios porque compruebas que aquel camino no era tan ideal como tú pensabas, sino que Dios tenía preparado para ti algo mucho mejor.
Como dice la Escritura:
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Dios, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. - Jeremías 29:11
Esta nueva serie contendrá experiencias de personas a las que Dios llevó a una situación en la que pudieron ver su poder y a entregarse a Él, lo cual cambió sus vidas y les permitió recibir perdón, paz y esperanza.
El Señor nos llama a todos a buscarle y aceptarle, así que espero que estas experiencias te animen a tomar esta decisión.
A todos los sedientos venid a las aguas […]
Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma, inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd y vivirá vuestra alma… Buscad a Dios mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Dios, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Dios. - Isaías 55
Agustín Vaquero