La vida es como los cubos de Rubik

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Desde pequeño he disfrutado de manera muy especial todo tipo de acertijos, adivinanzas, rompecabezas, puzzles, etc. El cubo de Rubik no es la excepción. Sin embargo… Aún conociendo este juguete (¿¡quién no conoce el juguete más vendido de todos los tiempos?!) no tuve mi primer cubo de Rubik, el rey de los desafíos para la mente, hasta los 12 años. Me hace gracia acordarme tan bien. Navidades de mi primer curso en el Instituto.

Como muchos sabréis, la popularidad de este aparato no es proporcional a la facilidad para resolverlo. Es decir, que sea muy conocido no lo hace sencillo. Pero hoy no vengo a hablaros de si cuesta mucho o no resolverlo. Hoy vengo a hablaros del fondo de escritorio de mi ordenador que me ha acompañado todos mis años de universitario. ¿Cómo? ¿Toda esta introducción para nada? Claro que no, mi fondo de escritorio tenía que ver con los cubos de Rubik, obviamente. Para algunos esta imagen incluso puede ser conocida, ya que si buscas un poco sobre estos cubos mágicos en internet, acabarás dando con ella. 

La imagen consiste en un conjunto de cubos acompañados de la frase “Life is like Rubik’s Cube” que traducido significa “La vida es como los cubos de Rubik”. Además, si te fijas más atentamente, algo, que para mi vergüenza, hice después de varios años con la foto de fondo de escritorio, podrás apreciar que los cubos van creciendo en tamaño de izquierda a derecha. Y si te fijas un poco mejor, a medida que crece el cubo también más partes del rompecabezas están resueltas.

¿Qué quiere decir entonces esta imagen? Al igual que los cubos, que con el tiempo iban creciendo y según crecían se iban resolviendo hasta completarse, nuestra vida funciona de la misma manera. Según vamos creciendo, nuestra vida se va desarrollando, vamos, no sólo creciendo físicamente, sino formándonos personalmente, interiormente. 

Lo bonito de todo esto no es sólo la comparación Vida = Cubo de Rubik, que he decir que a mí me encanta, sino que se puede entender perfectamente que de la misma manera que YO, como persona que resuelve ese cubo de Rubik, soy el “creador” de un cubo completo, resuelto, perfecto a mis ojos, nosotros somos o podemos ser cubos de Rubik moldeados por las manos de Dios. Si aceptamos a Dios como nuestro Salvador dejamos de ser un cubo de Rubik sin resolver en la estantería cogiendo polvo, y pasamos a pertenecer a un creador que poco a poco nos va a moldear, va a mover nuestras piezas, nos va a ir colocando y, de una manera que, aunque en ocasiones no podemos entender (mucha gente tampoco entiende cómo se resuelve el cubo de Rubik), Dios nos acabará resolviendo y podremos vivir la vida para la que Él nos creó. 

Te animo a dejarte moldear por las manos de Dios. Confía en que Él es el que mejor sabe resolver el cubo de Rubik que es tu vida.

Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros. - Isaías 64:8 

Natán Cook

COMPANION