Relato de las mañanas de COMPANION

Broche-flor de plastilina.

Broche-flor de plastilina.

Palomita de papel.

Palomita de papel.

Las mañanas de COMPANION empezaron oficialmente el 2 de marzo. 

Con la ilusión que sólo la fe puede generar, ese lunes Mari Carmen empezó a enseñarnos a respirar, a escuchar la música que nos transporta a la tranquilidad y quietud de la playa, a aprender a disfrutar de la paz. Fue un éxito. Salimos con energías renovadas. 

Después tomamos una infusión y comenzó el club de lectura. Como este año se celebra el 150 aniversario de Gabriel y Galán, leímos “Mi Vaquerillo”. Precioso poema que trajo recuerdos de un tiempo, un campo y unas relaciones llenas de generosidad, en medio de las dificultades de la pobreza. Enriquecedor e interesante. Aquí os lo dejamos para que lo disfrutéis.

El miércoles 5 de marzo Pilar nos dio su muy trabajada clase de gimnasia pasiva con el concierto de Aranjuez de fondo. Con los aros que había comprado, logró que además de disfrutar como niños, nos riéramos muchísimo. Decidimos que su clase en adelante fuese gimnasia y risoterapia a la vez por la terapia que nos hizo. 

Después de tomar la infusión de receso, Engracia nos enseñó a hacer un broche-flor. Nunca pensé que mis manos sin habilidad y torpes fuesen capaces de hacer una cosa tan bonita que dejó admirado a mi marido. Aquí os dejo la foto de lo que se puede hacer con plastilina. 

El viernes Ada comenzó el taller de la memoria. Del ejercicio de recuerdos de nuestra vida, decidimos poner en común recuerdos preciosos del comienzo del colegio, del primer viaje, etc, y estos recuerdos trajeron al presente un tiempo que pasó pero nos enriquece al ponerlo ahora en común. Compartir lo que fue sirvió para rescatarlo y luchar contra el olvido. 

Infusión y después primera clase de papiroflexia con Alan. Y qué fácil parece hacer palomitas de papel y qué difícil cuando las manos no obedecen tan fácilmente a como antes lo hacían. Pero aún así, salieron, una dos, muchas, preciosas muestras de coordinación de cabecitas y manitas que luchan juntas por crear. ¡Esto fue un éxito!

Pero llegó el coronavirus y hemos parado. Llega el momento de esperar pero ya tenemos dados los primeros pasos y si Dios quiere volveremos a empezar. 

COMPANION

He dormido esta noche en el monte
con el niño que cuida mis vacas.
En el valle tendió para ambos
el rapaz su raquítica manta
¡y se quiso quitar-¡pobrecito!-
su blusilla y hacerme almohada!
Una noche solemne de junio,
una noche de junio muy clara...
— Mi Vaquerillo de José María Gabriel y Galán